El otro día mientras tomaba un café y esperaba mi pedido de desayuno en una cafetería, me ponía a chequear una servilleta y como jugando, volví hacer una rosa de papel y mirando, aquella endeble y pálida rosa de papel, pensaba cuantas veces había hecho una igual (o unas).
Y como aquel papel convertido espontáneamente en rosa podría ser considerado, en algunas ocasiones pasaba desapercibido y sólo quedaba en bueno e intencionado comentario de asentimiento momentáneo, pasajero, efímero y hasta despreocupado por un arte? Una manualidad? En fin; de aquel momento, pero también recordé aquella persona que le dio un valor propio, subjetivo, muy romántico, como realmente fuese planeado por mí, al momento de hacer aquella rosita de papel.
Recuerdo que esa persona, tuvo tamaña delicadeza de guardar 03 rositas de papel que le había regalado en distintas ocasiones, colocándolas en una pequeña cajita de fósforos, que después me las mostró; diciendo en esa oportunidad, que fue un desprendimiento de mi parte, muy original… además de lindo y romántico, recordé aquellos inmensos ojos que me miraron con la ternura más viva que nunca y sentí en el recuerdo, la firmeza y delicada manera en que me cogió la mano y me dio un cálido beso casi de quinceañera en la mejilla, aún a pesar que ella formaba parte de mi vida en aquel entonces…
Sin más, se apareció el mozo con el pedido solicitado y aún con la melancolía saliendo por los poros, apuré el paso para terminar mi pedido y el café aún humeante, mirando la rosa de papel, la coloqué sobre el plato tendido, pagué la cuenta y me fui…
Con mucho cariño y respeto para quien le dio ese valor a tan pequeña rosita de papel… Para ti, Elizabeth!!!
GABO --- 12.Sep.2011
2 comentarios:
el amor se detiene en la frontera en el mundo ?es Dano para ti .; Vivir gaboooo....
cuando seguiras publicando tus escritos son interesantes
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