Y aún no te vas...

No soy mucho de escribir sobre cosas cotidianas tal vez o que se yo... pero quiero contarles algo que me sucedió y que al menos para mi, no podrá pasar desapercibido.

Hoy mientras iba hacer unas gestiones, como nunca decidí tomar el camino largo... tedio, agotamiento, rutina, no sé... sólo quería caminar y así fue.

Llegué hasta un cruce peatonal, mientras esperaba el cambio de luz a verde para poder transitar sin peligro, escuché una voz algo apagada tras de mi, al voltear me di cuenta que era un joven con un bastón, fijándome bien noté que tenía una enfermedad (Sí, la misma), que mirándome me dijo: me ayuda a cruzar?... levantó con algo de pesadez la mirada y a través de sus lentes, observé algo más (alguien más fue, quizás!), sólo atiné a responderle con un grueso nudo en la garganta: si, no hay problema.

Torpemente, lo cogí del brazo enfermo y me dijo algo que quizás no sabía y que tantas veces estúpidamente lo hice (lo hice contigo), casi de inmediato me dijo: No! de ahí no, esa parte que esta adormecida, porque me dió parálisis de medio cuerpo... me duele y se contrae más cuando la coges (y me acordé aún más de ti, estúpido yo); atiné a cambiar de lado, más rápido que de inmediato y me puse a su derecha, cogiendo el bastón, sólo dije: esperemos que cambie la luz... y caminamos.

Mientras lo cogí del brazo, sentí algo que hace tiempo no sentía (Si... a ti!), cogiendo bien el bastón caminamos, él a su ritmo y yo, siempre cuidando su caminar para no adelantarme, le pregunté: ¿hasta donde desea que lo ayude? - Me miró, levantando la mirada y entre los lentes y su gorrita de medio lado, me señalo hasta la vereda de enfrente. Le pregunté si cruzaría toda la calle, porque había como dos cruceros peatonales más que cruzar y me dijo: Me voy a la Molina, tengo que ir a tomar esos buses grandes.

Lo miré y casi sonriendo le dije: Lo acompaño hasta el paradero - Levantó de nuevo la mirada y su gorrita de medio lado y me dijo: ¿No se le hará tarde para su trabajo?.

Sonreí y sólo le dije: A veces hay que darse un tiempo para caminar, no? - Me agarró más fuerte del brazo (Y definitivamente, supe que estabas ahí).

Caminamos, conversamos, sonreímos, no sentía que el tiempo pasaba y cada palabra era tuya, volví a saber que estabas ahí... te sentí, era como si me volvieras a coger del brazo para caminar, me fuí a la mierda.

Le conté de ti, de cómo estuviste con nosotros y como te llegaste a ir, de cómo superaste todo y por cansancio decidiste no pelear más... El joven sólo miraba y sonreía.

Llegamos al paradero, le pregunté su nombre, le dí la mano, me agradeció, le dí el bastón... me despedí y me fuí caminando a dar una vuelta, más de una lágrima y recuerdo te trajó a mi, me dí cuenta de algo... Y aún no te vas, Pá!

Aún estas aqui #DonMarcial

Gabo --- 30.09.2016