El día Sábado 24 de Mayo me sucedió algo realmente fuera de toda lógica pensante, irónico!!! por lo general siempre trato de planificar las cosas que hare por mas espontáneas que fueran a salir, sin embargo me sucedió y ese día todavía.
Bueno le estuve dando vueltas a varios asuntos en todo este tiempo, estuve de malas mas que de buenas y aún así logré pararme de nuevo y seguir, ese día me acordé que hace exactamente un año atrás estuve por una linda ciudad perdida entre cerros y valles, llamado Tarma.
Aquella vez recordaba cuando fui la primera vez casi ni me llamo la atención, pero cuando supe iríamos por última vez con el equipo de mi trabajo, salió la idea de mi Jefe de irnos a un lugar dentro de esa ciudad, que por aquel entonces tenía una fiesta religiosa en un distrito llamado Muruhuay, donde el patrono del lugar es llamado Señor de Muruhuay, claro pues por razones mas que obvias.
Bueno aquella vez fuimos y luego de hacer una larga cola para entrar a dejar un vela pidiendo y pidiendo miles y miles de cosas, asunto nada raro para un feligres comun y mortal, entramos estuvimos dando vueltas, orando, callados y cuando tuvimos que salir sólo recuerdo haber dicho... "Voy a volver" y miré la imagen, después salimos y la historia siguió hasta que regresamos a Lima.
En fin pensé pasaría desapercibido aquel momento, sin embargo luego de haber pasado tantas malas noches y malos ratos, uno no hace mas que aferrarse a la Fé de que las cosas cambiarán y eso hice en estos últimos tiempos, meses en realidad para ser exactos. Pero de un momento a otro me acordé de esas palabras que retumbaron en mi cabeza... "Voy a volver" y decidí hacerlo.
Junté mis desganos y malas noches, junté mis promesas y otras tantas cosas más y me fuí para allá, sin embargo nuevamente este viaje no lo haría sólo; porque me imagino que viajando sólo me hubiese acobardado y no hubiera logrado mi cometido, una persona aún sin conocerme y eso es lo más irónico decidió acompañarme en este viaje de Fé y Promesas.
Hicimos el laaaargoooo viaje para allá, llegamos de día y bien de día, casi corriendo fuimos a tomar un café para calentar el cuerpo y más aún el espíritu y esperamos la llegada del día, que nos alumbró con un hermoso sol que me parece predecía que tenía que encontrar mi camino de vuelta. Tomamos el primer auto que nos llevó para ese lugar y cuando llegamos, me encontré de nuevo frente a ese cerrito con la Iglesis afincada en la cumbre, tan impresionante como la primera vez y obviamente con una buena cantidad de gente que hacía una largaaa fila para poder entrar.
Decidimos entrar primero a la Iglesia para escuchar Misa y bueno encontrar desahogo al menos un poco antes de poder entrar a la Gruta, salimos casi al término de la Misa e hicimos nuestra fila que estaba bastante larga por cierto, pero lo mejor vino al entrar.
Cuando entramos a la Gruta pude sentir toda esa paz que hasta ese momento me había sido mezquina y me acordé de aquellas lecturas bíblicas en donde mencionaban a los leprosos curados y que de los 09 que eran, sólo regresó 01; paradojas de la vida, ese único leproso era yo, con heridas cerradas, otras frescas y otras sin cerrar aún, pero estaba ahí frente a la gruta que me hizo recordar esas palabras... "Voy a volver".
Me sentí insignificante ante la imagen que allí había, me sentí débil sólo con ánimos de llorar, menos mal que quien me acompañaba no se dió cuenta que estuve llorando, gracias a los lentes de sol que tenía puestos, sólo sentí un fuerte apretón en los hombros y una voz que me decía: "Tranquilo que no estas sólo".
Hablé a solas mucho, oré, lloré quise reir estaba mal... sólo trataba de contenerme y no quebrarme, me mantuve fuerte y firme hasta el final, sentí que venía la calma y así fue, al salir no sentí que fuera la última vez que iría por ahí, al contrario sentí que había renovado mi Fé y mis Promesas... nuevamente.
Ese día luego de bajar de aquel lugar y tomar nuestros alimentos, decidimos regresar a Lima obviamente porque debíamos entrar a trabajar al día siguiente, pero cuando el autobús empezó la marcha, me acordé nuevamente de aquellas palabras, que hicieron que ahora si las considerara aún más... "Voy a volver".