No hace mucho tiempo estaba en la sala de la casa viendo un canal por demas aburrido, y lo que me presentaba el resto de canales no era lo mejor, irónico!!! dicen que el cable te ofrece mucho y a mi ese dia no me ofrecia nada.
Jugaba con el control remoto de la tele, mientras me fui recostando más y más en el sillon de caña que tenemos en medio de la sala y de pronto se me hizo familiar un tipo de andar que se acercaba por detras del sillon, un sonido que aun con el pasar del tiempo se me hará familiar y perdurable, era mi madre que salia de su cuarto y venía hacia donde me encontraba, mis enanas estaban hipnotizadas por un serie de niños, que para mi ni siquiera me llamo la atencion luego de pasar por sus cuartos, en fin cosa de niños pensé.
Estando medio dormido y medio despierto, sentí que mi madre se acomodaba a mi costado y me dijo que pusiera mi cabeza en su pierna derecha y fue el momento mas tierno que pude tener en todo aquel gris dia, un momento que esos anuncios de letras grandes te venden, que sin embargo se me cumplia como un sueño haciendose realidad. De pronto jugando con el control de la tele, encontre una pelicula que generó más sentires en aún.
Era una pelicula donde un niño jugaba con su madre en algún lugar retirado y olvidado por el tiempo entre eucaliptos y monte, entre verde que ha de soltar su frescura de hoja humeda y el aire limpio que entra en ti, sin pedir permiso. La madre jugaba con su hijo en un rio tan claro como las sonrisas que tenian entre ambos, como renovando su amor de madre - hijo a cambio de nada, a cambio de solo eso amor.
Me senti niño de nuevo, mas aun teniendo unas manos conocidas entre mis cabellos que los mecian de un lado a otro, como diciéndome que nunca me fallara, como diciéndome que nunca se ira de mi lado y siempre seguire siendo su hijo, su pequeño. Veia las imagenes y recordaba con tristeza y melancolía, aquellos dias lejanos donde mi madre jugaba conmigo y me llevaba en la tinita de agua y me permitia jugar sin pensar en que al dia siguiente debia irme a trabajar o estudiar.
Y con sus manos, me hizo sentir niño... de nuevo; me llevo a esos dias en que me decia que nada pasara y que cuando caia me levantaba y me decia que ya dejara de doler, endulzandome con un beso tan tierno que aún hasta hoy recuerdo. Mientras seguiamos viendo la tele, ella me comenzó a acariciar los cabellos y me dijo: "Ya tienes cabellos blancos tambien, como yo... haz crecido, sin yo quererlo"; me tocó la cara y la barba crecida que tenía y sólo vi que sonreía de lado, como añorando encontrar aún a ese pequeño entre mis ojos, que ya no esta ahi.
Sonrió como sólo una madre puede hacerlo y me dijo que siguiera descansando, calzó las sandalias y se levantó rumbo a la cocina a seguir sus labores como siempre dice ella.
Ella sin querer o tal vez queriendo, me dejó el recuerdo más sublime aún que no dejare perderse en el recuerdo y cuando me encontrase lejos o peor aún sólo, jalaré ese recuerdo de mis baúles y me llenare de paz, de melancolía, de recuerdos... de ella.
Para esa persona especial que firmo mis dias desde que naci y que me regaló algo unico, la vida y la verdad para poder vivirla... para mi madre.
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